En los árboles podemos ver los anillos de crecimiento que suelen coincidir con un período de desarrollo del árbol, nuestra vida también tiene marcas del camino y su trayectoria en la vida. Por ello elegí «Contando Anillos» como titulo y fotografía de esta anotación.
El conocer la edad biológica de un árbol nos ayuda a percibir mejor sus necesidades. Si sabemos que su edad se encuentra cercana a la edad máxima de la especie, podremos actuar en relación, buscando los tratamientos adecuados a su avanzada edad, de igual forma, podemos aplicar esta analogía en la vida, sea para aplicar a personas mayores por ejemplo, que necesitan especiales cuidados, o nuestros pequeños que están en formación y aprendizaje, absorbiendo como esponjitas, lo que será su futuro.
Estos anillos en los árboles, además de decirnos su edad, nos dan información de cómo ha sido su historia, como un pequeño diario, en el que veremos, experiencias de vida. Que como a nosotros unas serán abundancia y alegrías; otras de sequía y sufrimiento; y al igual que en nuestras vidas, los anillos quedan marcados, no tienen retroceso, ni un botón de avance inmediato,… el día se marca con esfuerzo continuo, – pienso – que cuanto que mejor, si llenamos nuestras hojas con pensamientos positivos y flores de esperanzas,… persistiendo para que cosechar los frutos de nuestros sueños. Cómo van tus anillos?
Autor y Fotografía Regina Castejón