Sentirse empantanado, en la vida, es algo que más de alguna nos ha pasado, por lo menos a mí me ocurrido. Es esa sensación como de “atasque”, como que no avanzamos, tal que sentimos que estamos empantanados en arenas movedizas… quizás que caímos en un charco ( léase no en un pozo, eso será para otra ocasión) … de alguna forma, el charco, en situaciones no lo podemos saltear, pero en otras irremediablemente en nuestro camino está, así que cuando menos, nuestros pies, por él han de pasar.
Estos charcos, pueden ser grandes o chicos, a dos pasos, o de a muchos… algunos sólo los pies han de mojar, otros más profundos, puede ser que al estar en ellos, sintamos que las fuerzas no dan… a veces tomar perspectiva ayuda… le vemos, lo analizamos, y sabemos por donde encaminar nuestro esfuerzo para salir.
Mientras escribo esta ultima línea, de pronto pienso, nuevamente en la palabra “perspectiva”, ¡Si! Todo un reto para dar la real dimensión, a veces es más fácil ayudar a dar “perspectivas” a los demás, porque estamos desde fuera; más nosotros nos empantanamos; en ocasiones, no por falta de esfuerzo, sino porque no logramos ver al estar en el charco más allá, a lo mejor al tomar “perspectiva” descubrimos: una habilidad más agresiva para salir del estancamiento, o la motivación para accionar, quizás la actitud positiva que nos lleve al cambio, logrando que nuestros pies, si bien mojados, pasen el charco, y no se queden en él. Cree en ti!
Autor: María Asturias
Fotografía: María Asturias
