¡La procrastinación es el enemigo silencioso de la productividad! Pero no te preocupes, aquí tienes algunos consejos para superarla y ponerte en marcha – Superar la procrastinación.

Divide y vencerás:
Desglosa tus tareas en pequeños pasos. Si algo parece abrumador, es más fácil procrastinar. Pero si divides la tarea en partes más manejables, te será más fácil empezar.

Usa la técnica Pomodoro:
Trabaja durante 25 minutos y luego toma un descanso de 5 minutos. Después de cuatro ciclos, toma un descanso más largo (15-30 minutos). Este método te ayuda a mantenerte concentrado y evita que te agobies.

Haz lo más difícil primero:
Las tareas más difíciles suelen ser las que más postergamos. Si las haces primero, el resto del día te parecerá más fácil y estarás menos estresado.

Elimina distracciones:
Identifica lo que te distrae (redes sociales, notificaciones, etc.) y minimiza su impacto. Por ejemplo, pon el móvil en modo avión o usa aplicaciones que bloqueen sitios web que te distraen mientras trabajas.

Establece plazos realistas:
A veces procrastinamos porque los plazos son demasiado flexibles o parecen lejanos. Fija fechas límite concretas y cortas para cada tarea, y cúmplelas.

Recompénsate:
Dale un incentivo a tu cerebro. Cuando completes una tarea, recompénsate con algo que te guste: una pausa para un café, un episodio de tu serie favorita o simplemente un paseo al aire libre.

Visualiza los resultados:
Piensa en cómo te sentirás cuando termines la tarea. Visualizar el resultado final puede motivarte a comenzar y a mantenerte enfocado.

Cambia de entorno:
A veces, un cambio de lugar puede darte un impulso. Si trabajas en casa, prueba ir a una cafetería o a un parque con buen WiFi. Un nuevo entorno puede hacer maravillas para tu concentración.

Acepta que no todo tiene que ser perfecto:
La búsqueda de la perfección puede llevar a la procrastinación. Acepta que está bien hacer algo «suficientemente bueno» y luego mejorarlo si es necesario.

Haz un compromiso público:
Cuéntale a alguien lo que vas a hacer y cuándo planeas terminarlo. La presión social puede ser una gran motivadora. Y así Superar la procrastinación.

Reflexiona sobre las consecuencias de no actuar:
A veces, pensar en lo que sucederá si no completas una tarea puede darte el empujón que necesitas. El miedo a las consecuencias puede ser un poderoso motivador.

Recuerda, el primer paso es el más difícil, pero una vez que comienzas, ¡todo fluye mejor!