El éxito de alcanzar los sueños: Voy por el deseo de alcanzar las metas, estas para mi no tienen que ser grandes, deben ser como los objetivos que los tienes en el corto, mediano y largo plazo; de igual manera, debes tenerlas pequeñas, medianas y grandes.

Algunas de mis palabras favoritas son:

• sueños
• ilusiones
• pasión

Quizás se deba a mi formación en ventas, los muchos de cursos de motivación a los que he tenido la oportunidad de asistir (que hoy imparto), y un tanto a mi forma de ser.
A lo mejor es una mezcla de ello, más lo que me ha tocado en el calendario –suelo decir–
Cuando me refiero a sueños, no es la interpretación si soñé con un vaso de agua mientras dormía (ojo, que no se predecir el futuro, ni interpretar los astros); tampoco al que llegamos mientras dormimos.
Si te la fijas muy altas, como comentaba Alter, solo te frustras. Es como un bebe, no se para de pronto, y empieza a caminar, y no digamos a hacer gimnasia olímpica, vamos como por escalones, adquirimos un objetivo, logramos una destreza, y luego podemos pasar a otra.

Muchas veces, el ejercitar, nos causara cansancio, por ello es importantísima la constancia, conocer el terreno (saber que abran obstáculos), tener estrategias (como en el ajedrez, sabes que pierdes el peón, pero salvas a la reina, por ejemplo, vas dos o tres jugadas antes), ser creativos (no me canso en repetir, plan A, plan B, y puntualizo: plan doble ZZ) – valga la anécdota: que suelen decir que si no me salto las trancas, las bordeo, pero alguna salida hay –

Practicando es más probable alcanzar nuestros sueños:

Muchas veces se necesita estar, muy pegado a las motivaciones, se desfallece lo se, hay distracciones, no soy atleta, a mis cincuenta soy de lo más pasiva que hay, pero cuando estaba en el tercer grado, si que me dolía, quedarme al terminar las clases, 3 veces a la semana, dos horas nadando, no como ahora, que cuando difícilmente logro hacerlo, me relaja (es recreativa); en aquel entonces era , pasada, tras pasada, 50 braza, 50 pecho, 50 mariposa, y va nuevamente, clavados y virajes, todo mil y una vez, … claro lo hacia un tanto más tedioso, el cansancio, que si bien todo lo que es agua, me ha encantado, a esa edad no tenía visión ni de atleta, ni de metas, por casualidades del destino mis tiempos resultaron buenos para el equipo del colegio, y allí pare sin voz ni voto. Con un pro y un contra, el primero, estaba fichada por disciplina, y se hacían de la vista gorda, un poco las monjitas del colegio, y lo segundo, mis hermanas, regresaban antes, tenían más tiempo, y muchos sábados iban al cine, mientras yo estaba con la calzoneta azul, representando al colegio. El objetivo y yo estábamos divorciados. Aunque he reconocer que el entrenamiento fue tan bueno, que aún cuando al 4 grado, cambie de colegio, le ganaba al anterior, sin entrenar (había empatía de emociones, si me interesaba ganar).

La palabra “ilusiones” es más que un sentimiento en mi, que hace mucho sentido con las motivaciones, sueños y metas, pienso que el mejor compañero para presentar batalla en las diferentes áreas en la vida es uno mismo, cuando la vida esta llena de esperanzas por cosas bellas, (no necesariamente materiales, por ejemplo transmitir valores a tus hijos) las ilusiones brotan por todos lados, y estos deseos te llevan a alcanzar las metas. Uno esta como más vivo, más despierto, y más alerta; lo que seguramente hará que encuentre oportunidades mejores, le saque más jugo a las que tiene, lo que suelo decir en los cursos:

“el optimismo, llama a gritos a la inteligencia emocional, y la vida es mucho más proactiva y equilibrada”

El mejor cómplice para alcanzar una ilusión, sueño, meta u objetivo, además de uno mismo, es la pasión: cuando uno ama lo que hace, todo fluye, porque disfruta haciéndolo.

Ricardo Montaner – Déjame Soñar